El fotoenvejecimiento es un tema serio que va más allá de la estética. Si le sumamos el hecho de que las pantallas emiten una luz azulada que, por lo visto, también acelera el envejecimiento cutáneo, podemos pensar que la radiación lumínica es siempre nociva para la piel o, como mucho, inerte.
¿Y si te digo que hay luz de determinadas longitudes de ondas y frecuencias que rejuvenecen? Quédate y averigua más sobre este tratamiento de fotorejuvenecimiento facial no invasivo.
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Inicios del fotorejuvenecimiento
La técnica del fotorejuvenecimiento es tan novedosa que, a día de hoy, se usa para hablar de dos tratamientos que no tienen nada que ver en cuanto a su acción en la piel.
Algunos llaman fotorejuvenecimiento facial a una técnica estética que consiste en aplicar determinados principios activos cosméticos que se activan con la luz, es decir, modifican su estructura química ante cierto tipo de radiación electromagnética. Este sistema consiste en aplicar esa radiación lumínica un tiempo, una vez los cosméticos hayan penetrado en la piel.
Desde el 2016, cuando se habla de fotorejuvenecimiento nos solemos referir al fotorejuvenecimiento láser.
Fotorejuvenecimiento láser y fotorejuvenecimiento con luz pulsada
A finales del año 2016, el tratamiento Crearlift fue galardonada con el premio al mejor tratamiento de rejuvenecimiento de ese año por una nueva técnica de estética láser llamada Elektra.
El tratamiento se aplica con la tecnología láser que incorporan las plataformas Harmony XL y Harmony XL Pro, muy novedosas, y pareciera cosa de magia. De manera no invasiva, con sesiones de una hora, se corrigen arrugas, manchas, flacidez y queratosis actínica, con disparos de luz pulsada. Una misma radiación electromagnética, como lo es la luz visible, permite tratar todos estos frentes que afectan a la apariencia del rostro y del cuello.
¿En qué consiste el tratamiento de fotorejuvenecimiento facial con luz pulsada?
Se trata de inducir la formación de colágeno como defensa ante unas microabrasiones profundas que son causadas con disparos de luz pulsada de las características particulares para tal fin. En esencia, no difiere de otros tratamientos de medicina estética salvo porque no requiere del uso de agujas ni de hilos tensores y porque es 100% no invasivo. Por si fuera poco, el tratamiento Elektra by Clearlitf atenúa manchas de pigmentación y unifica el tono.
Consejos para antes y después del tratamiento de fotorejuvenecimiento Elektra by Clearlift
El fotorejuvenecimiento facial IPL no requiere de cuidados previos, más allá de cerciorarse de que no existe incompatibilidad con el uso de algún medicamento de efectos secundarios fotosensibilizantes, que podría aumentar la magnitud de las microabrasiones. Si tomas este tipo de medicación, debe consultar antes con un dermatólogo si tú puedes someterte al tratamiento o si es mejor que ni lo intentes.
La otra precaución antes del tratamiento de fotorejuvenecimiento con láser es de sentido común: no uses cremas con retinol, aceite esencial de bergamota, vitamina C o cualquier otro principio activo susceptible de producir manchas faciales temporales el día que vayas a dar tu sesión.
El número de sesiones necesarias de fotorejuvenecimiento por láser suele oscilar entre cuatro y cinco, aunque los resultados son visibles a los pocos días de haber aplicado la primera. Se tarda unos días en apreciar los efectos porque la piel debe repararse de los pequeños ataques producidos.
Si tu piel es muy sensible, al cabo de varios días podrías notar cierta descamación o sequedad pasajera. Consulta en tu centro si esto sucede para que te prescriban un tratamiento o te asesoren sobre si debes reforzar tu rutina facial con algún producto extra. Hay quien no nota ningún efecto secundario.
Recuerda que, a día de hoy se llama fotorejuvenecimiento a dos tratamientos estéticos que no tienen relación. El efectivo de verdad es el fotorejuvenecimiento por láser o por luz pulsada, que suele aplicarse en el rostro, aunque podría hacerse extensible al cuello.
Hablamos de un tratamiento muy efectivo y sobretodo muy seguro. Las sesiones se espacian en el tiempo para permitir a la piel ir generando el nuevo colágeno, y basta con cuatro o cinco sesiones para un tratamiento completo. Pese a que los resultados son visibles desde la primera sesión.