Quienes sufren de lipedema padecen una enfermedad que puede confundirse con celulitis en estado muy avanzado cuando la persona sufre exceso de peso. Pero el lipedema afecta también a deportistas con cuerpos magros y posee unas características distintivas.
Si tienes dudas sobre tu caso, debes saber qué es lipedema, cómo se reconoce esta enfermedad y sus posibles tratamientos.
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¿Qué es el lipedema?
El lipedema es una enfermedad que afecta a la distribución de los tejidos grasos en las piernas. No fue reconocida como patología por la OMS hasta el pasado 2018, pese a los dolores y a las complicaciones que conlleva el lipedema en estados avanzados. Suele afectar a mujeres, pero es independiente de su peso y de su porcentaje de grasa corporal.
Causas y cómo evoluciona
Aunque nadie está libre de llegar a sufrir lipedema, existe un componente genético en el origen de esta enfermedad. Después, factores como una mala alimentación o algunas enfermedades endocrinas pueden empeorar el cuadro clínico.
Si no se intenta contener, un caso de lipedema evoluciona, no siempre hasta la última fase en la que ya se requiere de cirugía, pero sí es cierto que va a peor.
En función de la severidad, se habla de cuatro grados de lipedema:
- Grado I. Aparece una ligera cartuchera en cada pierna, con la piel lisa y uniforme o bien con cierta piel de naranja que se manifiesta solo al pinzar la zona. El tejido subcutáneo es espeso pero blanco y, a veces, la cara interna de muslos y rodillas también pueden verse afectadas.
- Grado II. Las cartucheras ya son evidentes y la piel muestra un aspecto acolchado conocido como el “síndrome del edredón”. El tejido subcutáneo se vuelve más espeso y la rodilla muestra afectación.
- Grado III. El tejido subcutáneo se ha vuelto duro y aparecen acumulaciones de grasa que deforman la cara interna de muslos y rodillas. Las personas afectadas pueden sufrir heridas por el rozamiento al caminar o presentar colgajos que caen sobre los pies, los cuales tendrán un aspecto normal, con un contenido graso acorde al del resto del cuerpo. Al verse obligadas a adoptar una posición en forma de X, las piernas comienzan a deformarse a nivel articular.
- Grado IV o lipolinfedema. Llegado a este punto, el acúmulo tan notable causa obstrucción de los vasos linfáticos y linfedema. La única solución posible es la cirugía, en concreto algunos tipos de liposucciones.
Remedios y tratamiento para reducir los efectos del lipedema
El tratamiento del lipedema conservador solo sirve si se aplica en las etapas iniciales del problema. Toda solución del lipedema no quirúrgica requiere repetirse cada cierto tiempo, pues hablamos de tratamientos que alivian pero no curan de manera definitiva.
Entre estos tratamientos y remedios que pueden contener el avance de la enfermedad se encuentran los masajes que estimulan el drenaje linfático y la presoterapia, para evitar los problemas que va ocasionando el acúmulo anormal de grasa en las piernas. También se puede probar el tratamiento con radiofrecuencia para devolver la elasticidad a la piel que va a ir perdiendo si la enfermedad avanza y lograr cierto grado de lipólisis.
Tener celulitis no es padecer lipedema. Tampoco lo es heredar la tendencia a acumular grasa en las piernas, si cuando perdemos peso también adelgazan nuestras extremidades inferiores y no se puede hablar de deformidad.
Si padeces lipedema necesitas evitar que tu enfermedad avance hasta estados graves, que requieran cirugías (más de una, sí). Intenta mantenerte en un peso saludable y estimula el drenaje linfático con periodicidad. También te animamos a probar el tratamiento con radiofrecuencia porque va a mejorar tu piel y puede hacer bastante por tu caso si te encuentras en el grado I.