La importancia de exfoliar tu piel depende de tu edad y de sus características particulares. También debes tener en cuenta la zona a tratar y cómo exfoliar la piel en cada una de ellas. No se exfolian de igual manera el rostro y las rodillas, por ejemplo, y no se hace con los mismos productos. Desde nuestro centro de belleza especializado te lo contamos todo.

Qué es exfoliar la piel y por qué es tan importante

Exfoliar la piel consiste en liberarla de la capa más externa de células muertas que componen el estrato córneo mediante acción mecánica. Para exfoliar la piel utilizamos una crema, un gel o una barra sólida, pero soluble en agua y realizamos movimientos suaves sobre la piel húmeda.

De esta manera sentimos la piel más suave y ayudamos a evitar problemas como el exceso de puntos negros en el rostro o la formación de queratosis folicular en las piernas.

Pero, ¿por qué es bueno exfoliarse la cara si no parecemos de puntos negros o acné? Porque la exfoliación bien hecha permite al cutis aprovechar mejor los cosméticos, librarse de la contaminación ambiental y ofrecer un resultado más uniforme cuando nos maquillamos.

Debes tener presente que la exfoliación mecánica no agrede la piel si la realizas correctamente, tal y como te vamos a explicar, y que no es lo mismo una exfoliación que un peeling químico. Los peelings son mucho más agresivos.

¿Cómo exfoliar la piel correctamente?

Elige un producto específico para cada zona

Debes elegir un producto para exfoliar la piel específico para cada zona del cuerpo. Hay exfoliantes corporales y exfoliantes faciales. También existen exfoliantes especiales para los pies y las zonas más rugosas del cuerpo y otros para la zona del escote, aunque en general tus exfoliantes de rostro se pueden usar sin problemas en el cuello y en la piel del escote.

Ahora hay exfoliantes con diferentes texturas y presentaciones, por ejemplo hay geles limpiadores, mascarillas de arcilla y mantecas sólidas con partículas sólidas en su seno que las convierten en cosméticos exfoliantes.

Sigue las instrucciones del fabricante

Salvo que en el envase se indique lo contrario, debes aplicar tu exfoliante sobre la piel húmeda. Si hablamos del cutis, antes de exfoliar debes haber eliminado los restos de maquillaje y de suciedad.

Realiza movimientos circulares

En el cuerpo, dirige los movimientos hacia el abdomen, con lo que, además de exfoliar, estimularás el drenaje linfático. El abdomen se exfolia con movimientos circulares y el pecho también, pero extrema la suavidad en esta zona tan.

En el rostro, de nuevo aplica movimientos circulares suaves e insiste en la zona T y la barbilla, pero jamás te exfolies la zona del contorno de los ojos. Si deseas exfoliar los labios o su contorno debes hacerlo con otro cosmético específico para ese uso.

No presiones en exceso

Si frotas al exfoliar tu piel, esta puede quedar roja y con pequeños rasguños. No se trata de ejercer mucha presión, sino de insistir con suavidad y repetir el proceso entre tres veces por semana y dos veces al mes, dependiendo de las necesidades de tu piel y del exfoliante que hayas elegido.

Después, hidrata y calma tu piel

Tras la exfoliación, mima tu piel con una crema o loción hidratante y regeneradora.

La exfoliación de la piel con productos adaptados a sus necesidades te ayuda a que luzca más lisa y a controlar imperfecciones como los puntos negros y el acné. Recuerda que si sufres de muchos puntos negros puedes ayudarte en su tratamiento con terapia láser y que las piernas y brazos muy secos mejoran de la queratosis folicular si se depilan de nuevo con láser, evitando de paso la foliculitis.

Jamás exfolies tu piel con productos que no sean específicos para la zona en la que lo vayas a aplicar ni frotes ejerciendo demasiada presión, o en lugar de estar ayudando a mantener tu piel más sana lo que harías es dañarla, en especial en las zonas delicadas como el cutis y el escote.

Ponte en contacto con nosotros y te recomendaremos el producto que mejor le siente a tu piel.