Todos los años con la operación bikini, que a veces funciona y otras no. Cuando comienza la primavera, vuelven las prisas por perder peso y reducir volumen, y las prisas son malas consejeras.
¿Nunca te has preguntado por qué debes repetir la operación bikini y agobiarte cada año? Es muy probable que cometas más de uno de los errores habituales.
El objetivo de la operación bikini
Hacemos la operación bikini para vernos mejor en verano, en playas y piscinas, y justo por ese motivo abandonamos en cuanto volvemos a la manga larga y la ropa de abrigo.
El principal error que se comete al hacer la operación bikini es pensar en nuestro aspecto y no en nuestra salud y calidad de vida. Puede no ser tu caso, aunque seguro que conoces a mucha gente así.
Cuando llevamos a cabo un control del peso durante todo el año, permitiéndonos excesos en situaciones puntuales como Navidad o cuando vamos de vacaciones, establecemos un hábito de cuidarnos capaz de hacer que nuestros excesos no vayan más allá de dos o tres kilos que se pierden con un poquito más de ejercicio cuando vuelves la rutina.
Perder algo de peso para que unas articulaciones doloridas molesten menos es otro buen aliciente para alcanzar un cambio de hábitos que nos libre de lo que entendemos como operación bikini acelerada. Consulta con profesionales en caso de necesidad.
¿Cuándo hay que empezar la operación bikini?
Deberíamos hacer la operación bikini durante todo el año, con pequeños periodos en los que todos comemos de más; pero sabemos que poca gente tiene esta disciplina. Te animamos a hacernos caso, aunque si has llegado tarde, la operación bikini debería comenzar al menos en enero, tras las fiestas, o, en el peor de los casos, en marzo.
Esto es así porque las dietas rápidas son insalubres, pueden producir carencias nutricionales importantes y, para colmo, te aseguran un efecto rebote indeseado. Súmale el hecho de que si pierdes mucho peso de forma rápida será a costa de líquidos, que recuperas enseguida y de masa muscular, que no se recupera solo con la alimentación, y comprenderás por qué las dietas rápidas te sientan tan mal. Te sientan mal a ti y a todos, no eres un caso aislado.
Otros errores frecuentes en la operación bikini
- Fe ciega en cosméticos. Los cosméticos anticelulíticos pueden ayudar a que la piel se vea más firme, pero no nos hacen perder peso. De hecho, si no se combinan con masajes, presoterapia o ejercicio, se puede decir que invertir en cosméticos reductores es tirar el dinero, de la misma manera que si los usas sin cambiar tus hábitos alimentarios, esperando perder peso con una crema.
- Objetivos poco realistas. Te hacen sentir frustración al no alcanzarlos y poner en riesgo tu salud en el intento.
- Empeñarnos en entrar en aquellos vaqueros. La operación bikini debería hacerse por salud, y eso supone no hacer locuras. Si alcanzas tu peso ideal o el que te gustaría tener, siempre que sea saludable, estupendo. Y si te quedas a unos kilos pero has bajado mucho peso de forma lenta y no lo recuperas, estupendo también. No te obceques con entrar en determinada prenda de ropa y fíjate en su lugar en todo lo que vas consiguiendo.
La operación bikini nos causa dolores de cabeza porque la enfocamos mal. Por si fuera poco, esperamos perder en dos meses la grasa que hemos ido acumulando en diez. Recuerda que este método no funciona, pues las dietas milagro son poco saludables y van acompañadas de un efecto rebote. Si necesitas perder mucho peso, es mejor que consultes con especialistas.
Haznos caso, cambia el foco y tus objetivos, haz una operación bikini suave todo el año y ya verás. Si sufres de celulitis, no dudes en combatirla con tratamientos dermoestéticos que estimulen el drenaje linfático: de paso perderás volumen en las zonas afectadas.