El término piel madura puede llevar a engaños, porque se asocia frecuentemente a la vinculación con la edad, y no siempre es así. Hoy te explicamos en qué consiste este término y cómo cuidar la piel madura.
Además, desde Dermativa te animamos a profundizar en el conocimiento de tu piel, principalmente para ganar en salud, pero también para que consiga un aspecto estético con el que te sientas más atractiva y segura de ti misma.
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Cuándo se considera una piel madura
El concepto de piel madura existe porque es la contraposición a la piel joven. Mientras que estas tienen una apariencia más suave, más tersa y luminosa, debido a la renovación celular constante y a la continua síntesis de proteínas, en las pieles maduras el proceso de envejecimiento ya comienza a mostrarse muy presente.
La piel madura, ¿a partir de qué edad puede aparecer? No es algo automático, pero por lo general se puede hablar de estas pieles desde los 35 años, considerando siempre que cada persona y cada organismo es diferente, luego no hay un momento exacto para determinar la transición.
Con el tiempo, y siempre de manera natural, el metabolismo de las células se ralentiza y empieza a mostrar sus efectos. Factores internos y externos, estos últimos también provocados por malos hábitos o por episodios de estrés, aceleran el envejecimiento.
Piel madura y edad, conceptos relacionados, pero no siempre vinculantes
Así, para responder a la pregunta de cuándo se considera una piel madura, la respuesta más concreta sería su aspecto reseco, la aparición de arrugas, los tonos apagados, menos firmeza, manchas, piel reactiva. A grandes rasgos, una piel madura es aquella que tiene su capacidad funcional disminuida y está más expuesta a los factores ambientales. La edad es un agente imprescindible, pero no es el único determinante.
Suele presentar falta de elasticidad y luminosidad (por la menor producción de colágeno y elastina), y es más frágil, por lo que cicatriza peor. Esto da lugar a la cuperosis, es decir, los capilares sanguíneos que se dilatan en exceso formando pequeñas venitas. También a una cierta tonalidad amarillenta e irregularidades en la pigmentación.
Consejos para cuidar la piel madura
Los cuidados de la piel madura deben estar encaminados a que esté bien nutrida e hidratada. Con ello el objetivo perseguido es aportar volumen, densidad y luminosidad para actuar frente a arrugas y líneas de expresión.
Rutinas de cuidado y aseo facial en pieles maduras
Una práctica obligada cuando se van cumpliendo años es lavarse la cara siempre con agua fría, pues esto ayuda a reactivar la circulación y tonificar la piel. Tras esto, hay que proceder con una limpieza en profundidad para evitar la obstrucción de los poros.
El primer producto dermatológico o cosmético que utilizar es un tónico facial que ayude a equilibrar el pH de la piel y preparar el cutis para los cuidados posteriores. A este le acompaña crema hidratante, pues las pieles maduras necesitan un plus de hidratación.
En la zona de los ojos se puede usar contorno antes de cualquier otra crema. Se trata de un área muy sensible que carece de músculo. Si se va a salir a la calle es aconsejable usar siempre protección solar. A su vez, con la edad hay que prestar mucha atención al contorno de labios, el cuello y el escote.
Tratamientos de rejuvenecimiento no invasivos
En Dermativa somos especialistas en tratamientos frente al envejecimiento. Uno de los más relevantes es la radiofrecuencia facial INDIBA, que tiene por objetivo estimular la producción de colágeno, lo que va de la mano de una piel más hidratada, con aspecto más saludable y capaz de combatir síntomas propios del envejecimiento.
Una segunda alternativa es el fotorrejuvenecimiento láser, un tratamiento ideado para favorecer la síntesis de colágeno y regeneración de la epidermis de manera natural. El resultado es una piel más vital y con menores síntomas de envejecimiento gracias a que las aplicaciones de luz pulsada llegan a todas las zonas, incluidas las más inaccesibles y dificultosas, como arrugas y líneas de expresión.
¿Qué ingredientes no pueden faltar en los productos para el cuidado de la piel madura?
Hablar de piel madura es sinónimo de envejecimiento. Pero este proceso es natural y, por tanto, imposible de evitar. La única solución es tratar de retrasarlo en el tiempo. Los agentes antioxidantes son siempre bienvenidos.
De ese modo, las vitaminas C y E son imprescindibles porque mejoran el proceso de regeneración del colágeno y favorecen la presencia por más tiempo de una piel limpia, elástica y muy luminosa.
La vitamina A o retinol acelera la renovación celular y actúa frente a las arrugas.
El resveratrol es otro potente ingrediente cosmético con efecto antioxidante que detiene el envejecimiento celular.
No falta tampoco en esta lista el ácido hialurónico, que rellena las arrugas y mantiene una correcta estructura de la piel.
La alimentación equilibrada, una vía extra para retrasar el envejecimiento
Junto a buenas rutinas de cuidados del cutis y la piel y el uso de cosméticos testados y eficaces, el otro gran elemento para combatir la piel madura es una dieta sana, que va de la mano de otros hábitos saludables, como la actividad física periódica.
Es importante basar la alimentación en alimentos saludables, ricos en proteínas de alto valor biológico, minerales, vitaminas y grasas saludables, sin dejar de lado los hidratos de carbono. Frutas y verduras han de consumirse de manera diaria y en varias ocasiones.
Si llegaste hasta aquí preguntándote cómo cuidar la piel madura, la respuesta es una combinación de buenos hábitos de vida, rutinas de limpieza y cuidado facial y recurrir a productos cosméticos que sean de calidad. Quieres que te recomendemos cuales son los mejores para ti? No dudes en contactarnos.